También llamado
Período Agrícola, existe un debate sobre los años de inicio y fin de este intervalo de tiempo, el más aceptado, en este caso para el área maya inicia aproximadamente en al año
1000 a. C. y terminaría rumbo al
320 d. C. Durante este periodo se desarrolla el
idioma maya, el pueblo maya adquiere experiencia y construye algunas grandes ciudades.
Una teoría basada en estudios de
cerámica, motiva a deducir que en el
periodo preclásico la costa del
Pacífico (desde el este de
Oaxaca hasta
El Salvador) estuvo poblada por los ancestros de los mixe,
zoques y popolucas actuales (uno de los cuales es del grupo de los mayas) que hacia el
1200 a. C. emigraron hacia el
Golfo de México y desarrollaron la civilización
Olmeca arqueológica, de hecho la cerámica más antigua de esta región es de un estilo inconfundible llamado
Ocós, originaria del Pacífico de
Guatemala, pero unos 600 años más antigua que la Olmeca, (Coe y Diehl 1980; Lowe 1977).
Según otra teoría complementaria a la anterior los descendientes de los olmecas emigraron a la zona del Petén guatemalteco, donde posteriormente se mezclaron con la gente del lugar originando a los "protomayas". Existen algunos fragmentos del
Chilam Balam de Chumayel donde se afirma que éstos provenían de una migración que se produjo en el núcleo original maya que ciertos arqueólogos han encontrado en la zona maya de
Guatemala conocida como
El Petén, cuando en el Preclásico medio se comenzaron a desarrollar ciudades monumentales, en la
Cuenca del Mirador, como
Nakbé,
ca 1000 a. C. El Mirador,
ca 600 a. C.,
Cival,
ca 450 a. C. y
San Bartolo ca 400 a. C. con sus ahora famosos murales del Preclásico, los más finos y antiguos del área maya. Estas grandes ciudades, ya contaban con todas las características que hicieron famosos a los mayas del periodo Clásico, y dando lugar a la duda si los
olmecas y
mayas, de hecho fueron culturas que se desarrollaron independientemente.
Posteriormente, en el Posclásico, algunos grupos emigraron del Petén rumbo al norte (Península de Yucatán) y otros se quedaron ahí, de esta manera se explica el origen de las diferentes
tribus mayas (itzaes, xiús, cocomes,
tzotziles, tzeltales, lacandones, entre otras), ya que cada una de ellas conservaba rasgos comunes, sólo variaban los distintos dialectos. Cuando se realizó la conquista española cada uno de estos grupos se fue adaptando al
mestizaje cultural y se fue haciendo único y autónomo en sus tradiciones.
Al paso del tiempo la gran civilización maya floreció y alcanzó auge en la zona norte del Petén, en la
Cuenca del Mirador, en el
corazón de la selva tropical, ahí fue su núcleo original. Algunos especulan que el pueblo maya tomó como ejemplo muchos estilos de vida de la cultura olmeca, aunque los recientes hallazgos en las ciudades del
Petén, como
El Mirador,
Cival, etc., contradicen ésta teoría. De ésta época, datan el
urbanismo y la
organización estatal que se fueron desarrollando en un ambiente estable y prolongado; se adaptaron al medio ambiente en que vivían y sabían convivir con la
naturaleza. Por aquello se distingue un gran respeto que ellos tenían como seres humanos hacia su entorno.
Se estima que la selva del Petén se encontraba deshabitada al inicio del tercer milenio antes de Cristo, cuando los primeros agricultores construyeron sus chozas a orillas del
río La Pasión y
Cuenca del Mirador, demostrada por muestras de polen de maíz, que datan
ca 2750 a. C. en lagos de la Cuenca del Mirador, éstos se empezaron a relacionar con la población de los Altos y la costa Pacífica de Guatemala en sitios como
Takalik Abaj ca 1000 a. C. y
Kaminaljuyú ca 800 a. C., y El Salvador
ca 900 a. C., así como con la de la costa del golfo de México. Hacia el año
1000 a. C. la población en expansión se extendió por toda esta zona central iniciándose el proceso de urbanización, el empleo de sistemas agrícolas más complejos y una organización política más avanzada, capaz de controlar la creciente población y con una jerarquización interna, en la que nobles y
sacerdotes iban ocupando los puestos de autoridad. Se inicia una división del trabajo con la diversificación de ocupaciones:
agricultura,
caza,
pesca,
recolección,
alfarería,
industria lítica, industria
textil,
comercio y
culto religioso.
El trabajo de la tierra dio prioridad al cultivo del
maíz, el
frijol, el
cacao y la
calabaza, en tanto la caza, la pesca y la recolección quedaron como actividades complementarias; por eso a este periodo se le conoce también como agrícola. En él se va desarrollando una
religión sencilla con la creencia en una vida ultra terrena y el culto a los muertos.
La evidencia
arqueológica muestra que los mayas comenzaron a edificar una
arquitectura ceremonial hace unos 3.000 años. Hay un desacuerdo entre los límites y la diferencia entre los mayas antiguos y una civilización mesoamericana preclásica vecina, la cultura
olmeca. Los olmecas y los mayas antiguos parecen haberse influenciado entre sí. Los monumentos más antiguos consisten en simples montículos de tumbas, los precursores de las
pirámides se erigieron más tarde.
De modo gradual, la influencia de la cultura olmeca dejó de ser tan grande como había sido durante el período Preclásico Medio. Hacia el
siglo III a. C. había cesado definitivamente. Sin embargo, muchos pueblos de toda el área mesoamericana habían absorbido algunos de sus rasgos principales (culto a los muertos, arquitectura y escultura monumentales, el culto a las divinidades del agua y el fuego, etc.). Para el Preclásico Tardío, en toda Mesoamérica surgieron tradiciones culturales regionales, que fueron construidas sobre la base del legado olmeca. Los mayas tomaron de ese pueblo la escritura, el sistema de numeración y la Cuenta Larga, y muchas otras cosas. La cultura maya, propiamente dicha, no surgió sino hasta el
primer siglo de la era cristiana, más o menos contemporánea al desarrollo de
Teotihuacan.
Del período Preclásico Tardío se han detectado numerosos asentamientos humanos entre los cuales se encuentran Santa Marta (Chiapas), donde se constata una temprana ocupación en labores de
cerámica y cultivo de maíz, fechada con el año
1320 a. C.;
Chiapa de Corzo,
Tonalá, Padre Piedra, e Izapa, con influencia olmeca; Edzná, Xicalango, Tixchel y Santa Rosa Xtampak (
Campeche); Yaxuná, Acanceh, Dzibilchaltún (
Yucatán);
El Trapiche,
Casa Blanca, Laguna Cuzcachapa,
Las Victorias y
Bolinas (
Chalchuapa);
Kaminaljuyú en el sur de Guatemala. Los pobladores de este último asentamiento controlaron las relaciones comerciales de la zona con el resto de Mesoamérica hasta que fueron invadidos hacia el año
400 d. C., por guerreros provenientes del centro de México, de la poderosa ciudad de Teotihuacan, cuya influencia
militar y cultural se dejó sentir desde entonces en todo el ámbito maya.